Este documental de Stéphane M. Grueso narra la creación del propio documental, pero enfocado en las trabas que surgen en relación a los derechos de autor y distribución de la obra. Para ello, se sirven del abogado experto en casos de propiedad intelectual Javier de la Cueva, quien les aconseja y dibuja un esquema de los pasos burocráticos a los que tienen que hacer frente para lograr publicar su reportaje en internet y que este sea gratuito a la hora de visionarlo y descargarlo.
El documental expone de manera brillante el complejo laberinto que subyace a la creación y difusión de la cultura, donde la ley obliga a que sea gestionada de manera colectiva únicamente por entidades de gestión, como es el caso de la SGAE. Teniendo presente este hecho, parece evidente que al final el creador es el que sale peor parado, ya que no tiene ninguna capacidad legal para gestionar su propia creación, manifestando el fin recaudatorio y comercial que la cultura posee en nuestros días.
Ante esto, internet y las nuevas tecnologías han sido el principal escollo con el que estas empresas se han topado. En la nueva era que vivimos, los autores han buscado en los nuevos medios el trampolín que consiga ponerles en el mercado, colgando en la web de manera gratuita sus creaciones, disponibles para descargar, compartir y comentar.
Y es que la diversidad de opiniones ante el asunto es ingente. Las entidades de gestión se justifican en la ley de oferta y demanda que impera en el sistema de libre mercado en el que nos movemos y en muchos casos, son apoyadas por autores que, lógicamente, suelen coincidir con los que más volumen de ventas generan. Luego se encuentran los autores que ven en esto una inmoralidad y que claman por una difusión libre de los contenidos culturales. Pero es que en medio se encuentran las nuevas sociedades que emergen para solucionar este problema, y estas se corresponden a entidades autogestionadas que ofrecen al autor una difusión gratuita de su obra, pero dentro del sistema de libre mercado.
En definitiva, la cuestión aún está verde y la solución no parece estar próxima, aunque si parece el rumbo que está tomando, y este no es otro que el auge del contenido y de la gestión multimedia. La fórmula que contente a autores pro difusión gratuita y a los que consideran que esta es ilegítima, aún no existe, pero se está experimentando para lograr dar con la tecla y que en definitiva, todos podamos disfrutar de la cultura.